
Historia sobre Mikao Usui – Reiki
mayo 8, 20257 Caminos para Desactivar el Ego y Ser Más Corazón

1 – Observa sin Juicio:
El primer paso es la autoobservación consciente. Cada vez que notes que el ego emerge (quizás en forma de miedo, orgullo, necesidad de control o comparación), simplemente obsérvalo. No lo juzgues, no luches contra él. Solo reconoce su presencia, como si vieras una nube pasar en el cielo. Al no alimentarlo con resistencia, su poder se disuelve poco a poco.
2 – Practica la Gratitud Diaria:
La gratitud es un elixir para el corazón. Cuando te conectas con lo que ya tienes y con la belleza que te rodea, el ego, que siempre busca más o se lamenta por lo que falta, pierde su agarre. Dedica unos minutos cada día a sentir y expresar agradecimiento por las pequeñas y grandes bendiciones de tu vida.
3 – Sirve a Otros con Amor Desinteresado:
Cuando te entregas al servicio, sin esperar nada a cambio, disuelves las barreras del ego que te mantienen centrado en ti mismo. La compasión y la ayuda genuina hacia los demás abren el corazón de par en par, recordándote tu interconexión con todo lo que existe.
4 – Conéctate con la Naturaleza:
La naturaleza es un gran maestro de la humildad y la conexión. Pasa tiempo al aire libre, siente la tierra bajo tus pies, observa la inmensidad del cielo o la fuerza de un árbol. La naturaleza te recuerda tu lugar dentro de un todo más grande, disolviendo la ilusión de separación que el ego crea.
5 – Cultiva la Meditación y el Silencio:
El ego prospera en el ruido y la distracción. Al buscar el silencio y la quietud a través de la meditación, permites que la voz suave de tu corazón se haga escuchar. No necesitas “hacer” nada, solo ser y escuchar. En ese espacio, la verdad de tu esencia emerge.
6 – Practica el Perdón (a ti y a los demás):
El resentimiento y el rencor son pesos que el ego adora cargar. El perdón, tanto hacia los demás como hacia ti mismo, es un acto de liberación profunda. Libera energía estancada y abre el corazón a la compasión, al entendimiento y a la paz.
7 – Vive en el Momento Presente:
El ego a menudo se aferra al pasado (remordimiento, nostalgia) o se proyecta hacia el futuro (ansiedad, expectativas). El corazón, sin embargo, reside plenamente en el aquí y ahora. Practica la atención plena en tus actividades diarias: al comer, al caminar, al respirar. Siente la vida en este instante, y el ego perderá su terreno.